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Estimación de las Destrezas Motoras Finas en Preescolares con y sin diversidad funcional utilizando la Escala de Desarrollo Motor Peabody-2 (PDMS) y la prueba de Competencias Motoras Bruininks-Oseretsky (BOT-2)

 

 

 

Enid Rodríguez Ayala, Ph.D.

Universidad de Puerto Rico – Recinto de Bayamón

 

 

 

 

 

 

Notas del Autor

Enid Rodríguez Ayala, Departamento de Educación Física Especial y Elemental, Universidad de Puerto Rico en Bayamón.

Cualquier mensaje con relación a este artículo debe ser enviado al correo electrónico: enid.rodriguez6@upr.edu

 

 

Resumen

Ser proficiente en el uso de las destrezas motor finas es un componente necesario para que la niñez pueda realizar actividades del diario vivir como vestirse, comer y jugar. Una deficiencia en estas destrezas puede llevar a la niñez a obtener bajo rendimiento académico, aumento en la ansiedad y baja auto estima. El objetivo de esta investigación fue examinar y estimar las destrezas motor finas de 32 estudiantes con y sin diversidad funcional que cursan el nivel escolar de Pre-kinder y Kindergarten utilizando las pruebas de Escala del Desarrollo Motor Peabody-2 (PDMS) y de Competencias Motoras Bruininks-Oseretsky (BOT-2). EL análisis de datos se llevó a cabo utilizando Intellectus Statistics. El análisis reveló que de los 32 estudiantes solo uno estaba en un nivel Sobre Promedio en sus destrezas.

         

  Palabras claves: destrezas motor finas, preescolares, desarrollo motor, PDMS, BOT-2

 

Abstract

Being proficient in the use of fine motor skills is a necessary component for children to perform daily life activities such as dressing, eating, schooling, and playing. A deficiency in these skills can lead children to obtain low academic performance, increased anxiety, and low self-esteem.  The objective of this research was to examine and estimate the fine motor skills of 32 children with and without functional diversity who attended the Pre-kinder and Kindergartner school level using the Peabody-2 Motor Development Scale (PDMS) and Bruininks-Oseretsky Motor COnpetencies (BOT2) tests. Data analysis was performed by using Intellectus Statistics application. The analysis revealed that of the 32 students only one was proficient in their skills.

         

  Keywords: fine motor skills, preschools, motor development, PDMS, BOT-2

 

Introducción

            Las habilidades motoras finas son de crucial importancia para la niñez ya que son necesarias para realizar actividades de cuidado personal tales como vestirse, alimentarse, bañarse, sostener objetos y cortar entre otros. Igualmente, las habilidades motoras están relacionadas con las habilidades cognitivas, sociales y académicas en niños pequeños (De Luca et al., 2013)

Las actividades psicomotrices y en especial la motricidad fina se han caracterizado por un cambio en sus terminaciones y procedimientos, desde lo terapéutico y neuromotor, hasta la globalidad de la interacción de la niñez ante el mundo, con opciones educativas muy exitosas que ayudan a la innovación del maestro (Aguilar Chuquihuaccha, R., y Huamaní Alarcón, R., 2017). Estas ocupan un lugar primordial en los primeros niveles educativos y se observan en la mayoría de los currículos en el nivel preescolar.  La motricidad fina es una práctica basada en el desarrollo de habilidades en las manos, que la niñez debe adquirir en los ámbitos simbólico, emocional, sensoriomotor y cognitivo, dentro de su capacidad de expresión y comunicación (Aguilar Chuquihuaccha, R., y Huamaní Alarcón, R., 2017).  El proceso de evaluar estas destrezas es de suma importancia para identificar quien pueda estar en riego de rezago incidiendo de una manera u otra en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Desde sus comienzos, los estudios sobre la motricidad infantil se realizaron con la intención de conocer mejor a los sujetos y de poder establecer instrumentos para valorar, analizar y estudiar el estatus motor de estos (Ruíz, 1991).  Desde un enfoque integrador y holístico, la visión global de la educación temprana establece una continuidad entre todos los niveles para que se asegure el desarrollo óptimo de la niñez.  Pretende proveer a nuestra niñez las experiencias necesarias para propiciar y estimular la construcción del conocimiento, el desarrollo de valores y actitudes positivas (Departamento de Educación de Puerto Rico, 2010, p. 11). 

Cameron, C., et. al. (2012) proporcionan evidencia de que las habilidades motoras finas en la entrada al Kindergarten predicen logros académicos posteriores.  Además, son la primera causa para los referidos al programa de educación especial y la segunda causa para la retención de la niñez en Kindergarten.  Los profesionales y maestros del nivel preescolar han enfatizado durante mucho tiempo la importancia del desarrollo motor, y los maestros de Kindergarten califican las habilidades motor finas como un aspecto clave en la preparación escolar (Cameron, C., et al., 2012).  Hay un cuerpo sustancial de investigación que sugiere que los niños que tienen problemas motores del desarrollo en sus primeros años de vida tienden a tener dificultades motoras, educativas y sociales a medida que maduran (Brown, 2010).  Para los estudiantes que asisten a Kindergarten, las tareas motor finas son mejores predictores de éxito en la lectura que las tareas motoras gruesas.  

Según Luo, Jose, Huntsinger, y Pigott, (2007) y Son y Meisels (2006) mencionado por (Cameron, C., et al., 2012), la niñez con habilidades motor finas depuradas demuestran un mejor rendimiento matemático cuando ingresan al Kindergarten y obtienen mayores ganancias en las matemáticas a lo largo de los años académicos.  En la fase en donde los estudiantes aprenden destrezas perceptuales motoras, la integración motora y la coordinación motor fina son componentes importantes de rendimiento (de Vries et. al., 2015).  La coordinación motor fina ha sido determinada como un componente esencial en las etapas tempranas de escritura (Berninger, 2009).  Cuando los estudiantes no están listos para escribir la evaluación de las destrezas motor finas es indicado (de Vries, L., et. al, 2015).

Propósito de la investigación

            El propósito de la investigación fue evaluar para estimar las destrezas motoras finas de 32 estudiantes del nivel preescolar y Kindergarten con y sin diversidad funcional utilizando las pruebas Bruininks-Oseretsky (BOT-2) relacionada con la parte motor fina y la escala motor fina de la prueba Peabody Developmental Scales – Segunda edición.  Evaluar estas destrezas sirvió para identificar problemas que pudieran incidir en el aprendizaje de los estudiantes cuando alcancen etapas más avanzadas en su aprendizaje escolar.

Destrezas Motor Fino

Los primeros años de vida son de grandes avances en las áreas motrices y sensoriales de la niñez.  En unos pocos años, el infante pasa de una actividad refleja instantánea a una controlada o voluntaria de movimiento (Pérez Constante, 2017).  Cuando el niño nace tiene muy poco control sobre sus movimientos, y los movimientos reflejos dominarán la mayoría de los movimientos que este realice.  Mientras el niño se va desarrollando, los reflejos desaparecen y son remplazados por movimientos más sofisticados, controlados por el cerebro (Memiŝeviĉ y Maĉak, 2014).  Estos movimientos voluntarios ocurren entre los cuatro y seis meses de edad.  Al finalizar el primer año de vida, los niños deberían poder pinchar y mantener objetos pequeños entre los dedos.  Alcanzar los hitos motores es fundamental para el desarrollo general de la niñez porque progresan en el desarrollo motor, por ende, capaces de explorar e interactuar con su entorno.

Las destrezas motoras finas son de suma importancia para el funcionamiento diario de los estudiantes de nivel preescolar (Memiŝeviĉ y Maĉak, 2014), y para actividades realizadas con el diario vivir como lo son vestirse, comer y agarrar objetos.  El desarrollo de estas destrezas está relacionado con el desarrollo de las destrezas motoras gruesas que se supone ocurra primero. Estas destrezas implican precisión, eficacia, economía, armonía y acción (Muñiz Rodríguez, B., Calzado Lorenzo, A., y Cortina Cabrera, M., 2010). Según Matheis y Estabillo (2018) se requiere de coordinación de movimientos entre los dedos, las manos y pies para acciones como recoger objetos pequeños.  Estas acciones envuelven pericias de manera que los estudiantes puedan manipular objetivos y movimientos pequeños.

Las destrezas motoras finas pueden definirse como la coordinación de los músculos, huesos y nervios para producir un movimiento pequeño y preciso (Kimmel y Ratliff-Shaub, 2011).  Para Simón (2015) se refieren a los movimientos con propósito y controlados por los músculos pequeños de los dedos y las manos.  Estos movimientos usualmente coordinan estabilidad con los músculos grandes de los brazos y el tronco del cuerpo y con los ojos para la coordinación ojo mano (Pérez Constante, 2017). 

Para Muñiz Rodríguez, B., Calzado Lorenzo, A., y Cortina Cabrera, M. (2010) la motricidad fina se define como:

“las acciones del ser humano en cuya realización se relaciona la intervención del ojo, la mano, los dedos en interacción con el medio, aunque no es exclusiva de la mano, donde además se incluyen los pies y los dedos, la cara con referencia a la lengua y los labios”

La motricidad fina como una habilidad o sistema digito-manual que tiene por finalidad coordinar los músculos finos de la mano, en la manipulación de instrumentos y materiales que requieren de mucha precisión al momento de realizar algunas actividades como la escritura.  El desarrollo de las destrezas motoras finas ocurre un poco más tarde que el desarrollo de las gruesas. Cuando el infante descubre sus manos, intenta atrapar objetos y manipular su entorno.  En el desarrollo del niño es de vital importancia porque este va pasando por distintas etapas, de los movimientos espontáneos y descontrolados hasta la representación mental, es decir de una desorganización hasta la organización del pensamiento (Aguilar Chuquihuaccha y Huamaní Alarcón, 2017).

Para cuando los niños tienen cuatro años, muchos tienen control sobre el lápiz.  También pueden dibujar un círculo.  Además, se espera que la niñez pueda utilizar la tijera, copiar formas geométricas y letras, abrocharse botones grandes, hacer formas con plastilina de dos o tres partes.  Para la edad de tres a cuatro años la niñez generalmente ha progresado a tareas motoras más complejas, mientras que sus destrezas motoras finas se van refinando.  La niñez de cuatro años comienza a reconocer su propia fuerza y como utilizarla apropiadamente cuando maneja objetos frágiles. No obstante, hasta al menos los cuatro años y medio la niñez no iniciará una pinza trípode la cual irá evolucionando hasta convertirse en una pinza realmente precisa, coordinada y funcional que permita realizar un agarre correcto del lápiz (www.neurorhb.com).

Aguilar Chuquihuaccha, R., y Huamaní Alarcón, R. (2017) indican que, para los cuatro años, la niñez ha precisado sus movimientos manuales y su coordinación.   Puede dibujar las formas básicas: círculo, óvalo, cuadrado, rectángulo y líneas.  Lo importante en la reproducción de estas formas es que se descubre la conexión entre sus propios movimientos y los trazos que ejecuta en la página.  Así mismo, no se le hace difícil manejar tijera, rasgar el papel siguiendo una línea, enhebrar cuentas, hacer collares, entre otros.  Para los cinco años la mayoría de los niños han avanzado más allá del desarrollo que lograron previamente, estos pueden pegar, cortar y trazar formas.

 

Relación de las destrezas motoras finas con el éxito académico

Según Gligoroviĉ (2011) mencionado por (Memiŝeviĉ y Maĉak, 2014) este indica que las habilidades motrices correlacionan significativamente con los requisitos de las destrezas académicas.  El DEPR (2016) en su Marco Curricular para la niñez temprana (p.10) indica que es importante educar a la niñez en varias dimensiones: la social, emocional, lingüística, cognoscitiva y física ofreciéndole experiencias de aprendizaje activo que propicien el desarrollo y preparen para la vida.

Dentro de los objetivos del currículo se encuentra el número cinco (p. 22) que dice:

“fortalecer el aspecto físico y motor mediante actividades variadas dentro y fuera del ambiente del salón de clases que fomenten el conocimiento, coordinación, y control general del cuerpo, balance, vigor físico, la percepción, el fortalecimiento de los músculos gruesos y finos y el uso de los sentidos”.

Estudios realizados por Willrich, Azevedo y Fernandes (2009) y Okuda y Pinheiro (2012), mencionados por Okuda, P. M. M., y Pinheiro, F. H. (2015) muestran que, en estudiantes con dificultades de aprendizaje, las alteraciones motoras pueden ocurrir debido a una serie de factores ambientales que contribuyen al retraso en el desarrollo del sistema nervioso central y sus funciones corticales más altas, aumentando la probabilidad de déficits en el desarrollo motor.  Willrich, Azevedo y Fernándes (2009) mencionan que en presencia de dificultades de aprendizaje, hay una mayor probabilidad de que las funciones motoras y gnosis sean alteradas comprometiendo la destreza, la velocidad de manipulación de objetos, la precisión del movimiento, la organización espacial y temporal, el esquema corporal, la mano, la postura, entre otras, por lo tanto, comprometiendo la capacidad de aprender las habilidades de lectura y escritura y también tareas funcionales, tales como abotonado, uso de tijeras, manipulación de monedas, lápices y pegamento (Gabbard y Caola, 2010; Martin, Piek, Baynam, Levy, y Hay, 2010; Okuda, 2013).

Hernández-Martínez y Caçola (2015) mencionan en su estudio que una habilidad motora deficiente en preescolares puede ser un signo de peligro relacionado con el desarrollo del lenguaje y destrezas de atención. Una relación significativa, particularmente en el procesamiento de la velocidad y la memoria fue encontrada entre el desarrollo de las destrezas motoras gruesas y finas y el rendimiento cognitivo en etapas subsiguientes.

Los resultados del estudio de Okuda, P. M. M., y Pinheiro, F. H. (2015) revelan que los estudiantes con dificultades de aprendizaje tienen un mayor número de subpruebas motoras con menor rendimiento, en comparación con los estudiantes sin dificultades de aprendizaje.  Estas características perjudican aún más el rendimiento académico de estos estudiantes, ya que como existe una relación directa entre lo que es capaz de aprender (cognitivo) con lo que es capaz de ejecutar (motor), la alteración en una de estas capacidades afecta a la otros, como en el caso del grupo de estudiantes con dificultades de aprendizaje, en el que la capacidad de ejecución puede perjudicar la capacidad de aprender (Rosa Neto et al., 2010).

Yu y Smith (2013) señalan que hay una estrecha relación entre las habilidades motoras finas, la capacidad de aprendizaje y las habilidades de comunicación.  Estos hallazgos indican que existe una fuerte relación entre las funciones del cerebelo y las funciones del cerebro, que están estrechamente relacionadas con el aprendizaje y el comportamiento social.  Cho et al., (2014) mencionaron los efectos adversos de los problemas motores, especialmente los problemas  motores finos en la infancia que pueden causar problemas en la competencia social y académica (escuela).  De hecho, los niños con problemas motores evitan las actividades físicas, causando así obesidad, trastornos de la comunicación social, baja autoestima y bajo rendimiento académico.

Relación de las destrezas motoras finas con la escritura

            La escritura es el resultado de una actividad sicomotriz sumamente complicada.  En esta intervienen aspectos como: maduración general del sistema nervioso, desarrollo sicomotor general, así como el desarrollo de la motricidad fina de los dedos y la mano.  Se necesita una base sólida de habilidades motor finas para completar las tareas de escritura (Esteves Fajardo, Toala y Poveda, 2018).  Las dificultades en la escritura a menudo derivan de una disminución de las habilidades motor finas pero también hay muchas otras áreas que los profesionales o maestros deben considerar.  Un problema común para que la escritura no se pueda realizar correctamente es en el agarre del lápiz (Cabrera y Dupeyrón, 2019).  Comúnmente se ha creído que una mala puntada de lápiz conduce a una legibilidad pobre en la escritura.

Participantes

            Un total de 40 niños/as fueron invitados a participar en la investigación en tres escuelas en el área metropolitana de San Juan, Puerto Rico.  De los 40 niños/as, 32 padres devolvieron el consentimiento informado firmado.  Doce de los estudiantes presentaban alguna diversidad funcional (Síndrome Down, Trastorno Espectro Autista y Diversidad Funcional Intelectual Moderada).

Instrumentos

La Prueba Bruininks-Oseretsky comenzó a ser desarrollada por el Dr. Robert H. Bruininks en el 1972 (Duger, Bumin, Uyanik, Aki y Kayihan,1999) para medir el desempeño motor y asesar disfunciones motoras serias y problemas de desarrollo en niños.  La batería completa de pruebas consiste en ocho subpruebas que componen 46 ítems, ofrece un índice comprensivo de desempeño motor además de medidas para destrezas tanto finas como gruesas. El componente motor fino se evalúa en dos áreas medulares: el control manual fino y la coordinación.  Esta área evalúa el lanzamiento, atrapar y la manipulación de objetos con un énfasis en velocidad y destreza.  Esta prueba será útil para identificar aspectos no explorados de las habilidades motor finas en la niñez temprana.  Para el presente estudio el componente de manipulación de objetos no fue utilizado.

La Prueba Peabody Developmental Motor Scales-2 (PDMS-2) (Folio y Fewell, 2000) es un instrumento de referencia normativa que evalúa destrezas motores gruesas y finas en niños desde el nacimiento hasta los cinco años.  La PDMS-2 tiene seis subpruebas, entre la manipulación de objetos, el agarre y la integración visual.  El propósito principal de la prueba es evaluar las destrezas motrices de los niños/as hasta los cinco años.  Con la prueba, la mayoría de las disfunciones en destrezas motoras se podrán identificar. 

El componente motor fino se mide de dos formas: agarre y control de los dedos e integración visual motora.  La subprueba de agarrar consiste en 26 ítems, y la de integración visual motora de 72 ítems.  Esta prueba evalúa la coordinación óculo manual de estudiante y la percepción visual.  La prueba tiene unas limitaciones, ya que sólo puede ser administrada a niños/as de cinco años o menos, aunque se puede administrar a niños/as de hasta ocho años, pero no se podrá diagnosticar ninguna disfunción motora en niños y adultos.  Este instrumento tampoco se puede administrar a estudiantes con Síndrome Down, Perlesía Cerebral y condiciones severas.

 

Resultados

De acuerdo con el análisis de los datos descriptivos para las puntuaciones estándar proporcionadas por la prueba BOT-2 se obtuvieron los siguientes resultados correspondientes a Destreza Manual, Precisión Motoras Finas, Integración Motoras Finas y Control Motoras Finas para niñas y niños de dos centros escolares.  BOT-2 establece cuatro niveles: Sobre Promedio, Promedio, Bajo Promedio y Muy por Debajo del Promedio. 

Las frecuencias y los porcientos que fueron calculados para Precisión Motoras Finas, Destreza/Habilidad Manual, Mano con la que escribe, Integración Motoras Finas y Control Motoras Finas.  La categoría de Precisión Motoras Finas observada con más frecuencia fue Por Debajo del Promedio (n =11, 34%).  La Destreza Manual observada con más frecuencia fue Promedio (n =14, 44%).  En la categoría de Escritura con Mano observada con más frecuencia fue mano derecha (n =29, 91%).  Con relación a la Integración Motoras Finas observada con más frecuencia fue Promedio (n =14, 44%).  El Control Motoras Finas observado con más frecuencia fue Promedio (n =12, 38%).

 Los niños en las categorías de Precisión Motoras Finas obtuvieron puntuaciones de Promedio y Muy por Debajo del Promedio.  La categoría de Destreza Manual observada con mayor frecuencia el Promedio y Muy por Debajo del Promedio.  En la categoría de Integración Motoras Finas se observó con más frecuencia las puntuaciones Promedio.  Con relación al Control Motoras Finas se observó con mayor frecuencia el Promedio y Muy por Debajo del Promedio.

Las niñas en la categoría de Control Motor Fino obtuvieron con más frecuencia puntuaciones de Por Debajo del Promedio.  En la categoría de Destreza Manual se observó con más frecuencia el Promedio.  En el caso de las niñas, la categoría de Integración Motor Fina observada con más frecuencia fue Promedio.  Además, la categoría de Control Motor Fino observada con más frecuencia fue Promedio.

Con relación a las frecuencias y los porcentajes para el grado Pre-Kinder los datos fueron calculados para Destreza Manual, Precisiones Motoras Finas, Integraciones Motoras Finas y Controles Motoras Finas.   Para los estudiantes de Pre-Kinder la categoría de Precisiónes Motoras Finas observada con más frecuencia fue Por Debajo del Promedio (n =9, 50%).  La categoría de Destreza Manual observada con más frecuencia fue Promedio (n =7, 39%).  En la categoría de Integraciones Motoras Finas observada con mayor frecuencia fue Promedio (n =9, 50%).  Con relación al Control Motor Fino se observó con mayor frecuencia el Promedio y Por Debajo del Promedio, cada una con una frecuencia observada de 7 (39%).  Las frecuencias y los porcentajes para el grado Kindergarten fueron calculados para Destreza Manual, Precisiones Motoras Finas, Integración Motoras Finas y Controles Motoras Finas.  La categoría de Precisiónes Motoras Finas observada con mayor frecuencia fue Muy por Debajo del Promedio (n =6, 43%).  La categoría de Destreza Manual observada con más frecuencia fue Promedio (n =7, 50%).  En la categoría de Integración Motor Fino se observó con mayor frecuencia el Promedio (n =5, 36%).  Con relación a Controles Motoras Finas se observó con mayor frecuencia fue Muy por Debajo del Promedio (n =6, 43%).

Para la prueba PDMG se realizaron frecuencias y los porcentajes se calcularon para la descripción de Integración Visual Motora (VMI Descriptive Performance) y la descripción del desempeño de Grasping o agarre. La categoría de VMI observada con más frecuencia fue Por Debajo del Promedio (n =8, 25%). La categoría de desempeño del agarre o Grasping observada con más frecuencia fue Promedio (n =12, 38%).

Discusión

Las destrezas motoras finas inciden en el aprovechamiento académico de los estudiantes. Los resultados de este estudio indican que estas destrezas se encuentran en niveles alarmantes, ya que la mayoría de los niños y niñas se encuentra en los niveles “Debajo del Promedio” y “Bien Bajo Promedio” lo que indica que las destrezas deben ser reforzadas y trabajadas en el salón de clases y el hogar.  Es importante dar seguimiento a los infantes, aun cuando tengan índices normales en la motricidad gruesa o fina en la edad 2 a 4 años, ya que están en un período crítico de desarrollo en donde pueden avanzar con facilidad, pero retrasarse también.

Las pruebas utilizadas fueron las que la literatura revisada recomendó. La prueba BOT-2 (Bruininks-Oseretsky, Segunda Edición) se utilizó para estimar el nivel de desempeño de los estudiantes en cuatro áreas: Precisiones Motoras Finas, Destreza Manual, Integraciones Motoras Finas y el Control Motor Fino de los estudiantes de Pre-Kinder y Kindergarten de tres escuelas.   El centro escolar #1 consistía en dieciséis estudiantes sin diversidad funcional, el centro escolar #2, con diez estudiantes. Estos centros escolares tenían cinco estudiantes con déficit de atención con hiperactividad y el centro escolar #3, tenía a seis estudiantes todos con diversidad funcional (Síndrome Down, Autismo y Diversidad cognitiva moderada).  La prueba Escala de Desarrollo Motor Peabody – 2 (PDMS-2) se utilizó para estimar la integración visual motora (VMI) y el Grasping o agarre.  Ambas pruebas por separado pudieron estimar los niveles de los estudiantes. Un estudiante que estuvo un nivel Bajo Promedio en la prueba BOT-2 también estuvo el mismo nivel en la PDMS-2.  A los estudiantes del centro escolar #3 no se le administró la PDMS-2 ya que, tuvieron mucha dificultad para realizar la prueba BOT-2 y obtuvieron niveles muy bajos en la misma.  Es importante indicar que ambas pruebas son bastante similares y toman casi el mismo tiempo en ser administradas.  La prueba BOT-2 no está recomendada para esta población. Una de las razones por la cual estos estudiantes tuvieron tanta dificultad realizando la prueba puede ser por lo que indica la literatura, que pueden presentar hipotonía, además de tener extremidades más cortas y tienen dificultad con presionar objetos.

Los estudiantes de Pre-Kinder tuvieron la mayor dificultad con las Precisiones Motoras  Finas y el Control Motor Fino.  Puede ser que estos estudiantes están en proceso de desarrollo y no han madurado sus destrezas motoras finos todavía.  Los estudiantes de Kindergarten tuvieron la mayor dificultad con el Control Motor Fino y esto se reflejó al momento de realizar actividades de marcar y pasar objetos de una mano a la otra.  Es importante desarrollar estas destrezas ya que, las mismas inciden en el proceso de sujetar el lápiz y de la escritura.

Con relación a las diferencias en género se observaron diferencias significativas en los porcientos que obtuvieron los niños y las niñas en algunas de las variables.  En la prueba BOT- 2, en el área de Precisiones Motoras Finas hubo seis niñas que se encontraban en la categoría bajo promedio. Con relación al área de Destreza Manual, siete niñas se encontraban en esta categoría. En las áreas de Destreza Manual e Integraciones Motoras Finas hubo siete estudiantes varones en los niveles Bien Bajo Promedio y Bajo Promedio respectivamente.  Sólo hubo una diferencia significativa en la prueba PDMS-2 para la destreza de agarrar o grasping.  En esta, el 46 por ciento de las niñas estaba en nivel Promedio y sólo una alcanzó el nivel Bajo Promedio.  En el caso de los niños seis de ellos o el 31 por ciento se encontraba en el nivel Bajo Promedio.

Aunque la literatura indica que los varones tardan más en desarrollar sus destrezas motoras, estos suelen ser físicamente más agresivos e impulsivos que las niñas.  Las niñas por otro lado tienden a desarrollar sus destrezas motoras finas un poco más rápido.  En esta investigación sólo un niño obtuvo resultados Sobre Promedio.  La literatura también indica (www.sallygoddardblythe.co.uk) que los estudiantes varones tienden a sufrir de desórdenes del desarrollo incluyendo autismo, déficit de atención con hiperactividad y dislexia.  En el centro educativo # 3 hubo estudiantes que no pudieron realizar las pruebas debido a su diversidad funcional.  Este aspecto pudo alterar los resultados.  Con relación al Control Motor Fino hubo tres niñas que se encontraban en el nivel Muy Debajo del Promedio.  Como antes mencionado, esto puede deberse a que había estudiante con diversidad funcional cognitiva moderada y Síndrome Down.

            Estar físicamente preparados para atender, sentarse quietos es importante para el proceso de escritura.  Los niños tienen problema más frecuentemente con la escritura.  Estos problemas se pueden minimizar separando el mecanismo de la escritura del proceso cognitivo.  El sistema educativo tiene que desde comienzos del proceso educativo de estos estudiantes comprender que hay diferencias entre ambos géneros.

            Para concluir, la adquisición de destrezas motor finas para los estudiantes de Pre-Kinder y Kindergarten con y sin diversidad funcional es crucial para poder desarrollar destrezas más especializadas y complejas en años posteriores.  Para los estudiantes con diversidad funcional le permite realizar tareas diarias como cerrar una cremallera, abotonar sus camisas y coger un cepillo de dientes.  Poder realizar estas destrezas sólo les ofrecerá la oportunidad de ser individuos más independientes y valerse por sí mismos.

 

 

 

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